En instalaciones eléctricas de baja tensión, como en viviendas y garajes, uno de los errores más comunes es recurrir a empalmes por retorcimiento de cables y su aislamiento con cinta aislante. Aunque estas soluciones puedan parecer prácticas rápidas y económicas, son altamente peligrosas y contrarias a las normativas vigentes y deben detectarse en el mantenimiento de baja tensión para ser corregidas. Estos métodos improvisados pueden comprometer tanto la seguridad como la eficiencia del sistema eléctrico, además de aumentar significativamente el riesgo de accidentes en una instalación de baja tensión.
Peligros de los empalmes por retorcimiento y cinta aislante en instalaciones de baja tensión eléctrica
- Riesgo de sobrecalentamiento: Los empalmes por retorcimiento no aseguran un contacto eléctrico uniforme y fiable. Esto genera puntos de alta resistencia que, al calentarse, pueden derretir la cinta aislante y dañar los cables, incrementando el riesgo de incendio en el sistema de baja tensión.
- Falta de durabilidad del aislamiento: La cinta aislante no está diseñada para garantizar una protección a largo plazo, especialmente en entornos húmedos, polvorientos o con cambios de temperatura frecuentes, como los garajes. Con el tiempo, puede despegarse o deteriorarse, dejando los conductores expuestos, lo que aumenta el riesgo de fallos en la baja tensión eléctrica.
- Cortocircuitos y fallos eléctricos: Conexiones flojas o mal aisladas son una de las principales causas de cortocircuitos en instalaciones de baja tensión, lo que puede provocar apagones, daños en equipos eléctricos y fallos en el sistema general.
- Riesgos para las personas: Conductores expuestos debido a un mal aislamiento pueden causar descargas eléctricas a cualquier persona que los toque accidentalmente, aumentando el peligro en zonas comunes de instalaciones eléctricas de baja tensión.
- Incumplimiento normativo y problemas con el contrato de baja tensión: En España, el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT) prohíbe explícitamente el uso de empalmes improvisados y cinta aislante como solución permanente, exigiendo el uso de materiales homologados y técnicas seguras. Además, este incumplimiento podría afectar la validez de un contrato de baja tensión o un contrato obligatorio de baja tensión, requerido para asegurar el correcto mantenimiento y revisión de la instalación.
Cómo deben realizarse correctamente las conexiones eléctricas en instalaciones de baja tensión
Para garantizar una instalación segura y cumplir con la normativa, las conexiones eléctricas en un mantenimiento de baja tensión deben realizarse utilizando técnicas profesionales y materiales de calidad. En el contexto de edificios residenciales y garajes, los siguientes métodos son los más adecuados:
- Uso de conectores rápidos homologados en instalaciones de baja tensión: permiten unir varios cables de forma segura y estable. Son fáciles de instalar, reutilizables y ofrecen un contacto firme que elimina los riesgos asociados a empalmes por retorcimiento.
- Regletas de conexión: Las regletas de conexión son una solución clásica y fiable que proporciona un contacto eléctrico uniforme en instalaciones de baja tensión. Están diseñadas para alojar cables de diferentes secciones y se pueden montar fácilmente en cajas de derivación.
- Aislamiento con tubos termo-retráctiles: En lugar de cinta aislante, según el tipo de instalación de baja tensión pueden utilizarse tubos termo-retráctiles. Estos ofrecen un aislamiento superior, son resistentes a la humedad y aseguran una conexión protegida incluso en condiciones adversas.
- Soldadura en casos específicos: En instalaciones donde se requiere una solución permanente y robusta, los cables pueden soldarse con estaño y posteriormente aislarse con termo-retráctil. Este método es ideal para lugares de difícil acceso donde no se espera realizar mantenimientos frecuentes.
- Cajas de derivación adecuadas: Todas las conexiones deben realizarse dentro de cajas de derivación homologadas, que protejan los empalmes de factores externos como la humedad, el polvo y el contacto accidental, algo esencial en el mantenimiento de baja tensión obligatorio.
Situaciones de riesgo
Un ejemplo habitual que supone una situación peligrosa que suele darse en garajes comunitarios es el que se añada un punto de luz adicional mediante un empalme por retorcimiento cubierto con cinta aislante. ¿Qué sucede a los pocos meses? La humedad típica del garaje deteriora la cinta aislante, poniendo en riesgo la instalación de baja tensión. os cables quedan expuestos, generando un cortocircuito que deja sin luz al garaje y pone en riesgo la seguridad de los vehículos y las personas. La solución adecuada tras detectarlo en el mantenimiento de baja tensión, sería realizar la conexión con un conector rápido homologado dentro de una caja de derivación estanca. Este método asegura una conexión duradera y cumple con las normativas, evitando riesgos y facilitando futuros mantenimientos en instalaciones de baja tensión.
Conclusión
Los empalmes por retorcimiento y el uso de cinta aislante no son una opción válida ni segura en instalaciones eléctricas de baja tensión. Adoptar métodos homologados y materiales de calidad no solo garantiza la seguridad y funcionalidad del sistema, sino que también evita riesgos legales y económicos a largo plazo. En el contexto de un contrato de baja tensión o un contrato obligatorio de baja tensión, estas prácticas correctas son esenciales para el correcto funcionamiento y seguridad de la instalación.
Si necesitas asesoramiento sobre la instalación o mantenimiento de instalaciones de baja tensión, no dudes en contactar con empresas especializadas en instalaciones eléctricas como Adumet Facility Services, para asegurarte de que cumples con la normativa vigente y tu instalación es segura.